El Google se convirtió más que en una ventana en la puerta grande de Internet, de aquí que casi 500 empresas se dediquen a un peculiar y millonario negocio: posicionar a otras en el listado del buscador. Detalle no menor considerando que figurar entre los primeros de la lista aumenta un 600% el número de visitas, según datos de la consultora Jupiter Research.
Así, detrás de un simple simple click empresas y particulares inviertieron durante 2006 unos 1.000 millones de euros para intentar modificar lo que dice el buscador de ellos. Gasto justificado, teniendo en cuenta que son 250 millones las personas que lo visitan por mes.
"Todo el mundo está obsesionado con aparecer primero en Google. Es un boom", confirma Guillermo Vilarroig, gerente de Overalia, una compañía española que se dedica al creciente negocio que se conoce como "posicionamiento en buscadores".
80% de las personas que realizan una búsqueda en Internet sólo visita los cinco primeros
El 80% de las personas que realizan una búsqueda en Internet sólo visita los cinco primeros resultados que aparecen en la pantalla.
¿Cómo se manipulan los resultados de un buscador?
Los especialistas explicaron que es un trabajo muy complejo, ya que los portales guardan celosamente el secreto del algoritmo. La mayor parte de ellos valoran dos variables: el número de veces en el que la palabra buscada aparece en la página (lo que indica su relevancia), y el número de páginas externas que la han enlazado (lo que indica su calidad). Idealmente, el primer resultado debería corresponder siempre a la página más relevante y popular.
Pero hay algunas reglas básicas para pervertir legalmente este sistema: se analizan los textos que aparecen en la página web del cliente, y se corrigen usando las palabras clave con las que éste quiere ser identificado. También se crean blogs [diarios personales] y notas de prensa que hablen de esa persona o producto, y se bombardea con ellas a sitios de noticias especializados en incluir esas notas. Se negocia, incluso, con otras páginas o blogs que intentan lo mismo, para intercambiar enlaces.
La mayor parte de las empresas que se dedican a este negocio hacen este trabajo, pero no garantizan resultados en el buscador y ya hay quienes se dedican a bombardear a Google para que diga lo que les interesa que diga. En España hay varios ejemplos: cuando se tecleaba "miserable" en Google, aparecía el perfil parlamentario de Alfredo Pérez Rubalcaba.
Igualmente Google se está tomando muy en serio este nuevo fenómeno, que trata de engañar a su algoritmo y defiende la limpieza editorial de su buscador a fin de conservar la credibilidad y, por tanto, el negocio.
Fuente MinutoUno ciencia y tecnología.
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